Te conocí para amarte.
Dios te puso en mi camino para que en ti continué la esperanza y así proseguir a mi destino.
En esa ilusión soñaba, me mantuvo viva; Alimento mis deseos de seguir viendo hacia adelante.
Note obstáculos en los demás é imperfecciones sin poder aclarar. Pero fijado estuvo mi futuro, construido por Dios. Altos y bajos pasaría sin pensar que un día hallaría consuelo en tu voz.
Miraría en tu mirada el esfuerzo y las mismas lágrimas mias; Y sentiría en tus manos todo el peso que mi pecho albergo.
Te conocí para amarte, sin duda lo entiendo. Dios te puso en mi camino para sanarme y con cada beso lo siento.
Eres Hector ahora mi hombre mi todo; Es necesario decirte que eternamente y perdurablemente estas anclado a mi corazón. No hay arruga, grieta o falla en este amor que te prometo. Eres el único el más perfecto. Y de tu mano en este día continuó a mi destino siendo Cristo de nuestro futuro el centro y arquitecto!
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